miércoles, 21 de septiembre de 2011

Fabular un concepto
-escribir sobre la amistad respondiendo a una amistad-

A quien corresponda....


“Sólo éramos dos, pero lo que contaba para nosotros no era tanto trabajar juntos
como el hecho extraño de trabajar entre los dos.
Y ese entre-los-dos remitía a otras personas, diferentes para cada uno y para otro.
El Desierto crecía pero crecía poblándose cada vez más”
Deleuze sobre Guattari.

pero por la excelencia de los amigos y por el amor de los amigos mismos,
no es posible serlo de muchos; gracias si se encuentran unos pocos que lo merezcan”
Aristóteles.

En una novela de Marguerite Duras, un personaje habla de su relación con otro como algo que no era “una relación de amor sino una relación amorosa”. Desde que leí esa frase vengo pensando ese  deslizamiento que propone, indicándolo sin exponerlo. Y he llegado a la conclusión en que la diferencia está en la “determinación del lazo”: una relación de amor es extensiva a cualquiera porque determina (diferencia, antagoniza: no es una relación de amistad, de trabajo, de pensamiento, etc) según el objetivo y las modalidades en que unas personas se encuentran. Una relación amorosa, al contrario,  es una fórmula vacía, no designa nada: sólo habla de una forma de entablar un lazo, o sea, enlazar amorosamente. ¿Cómo se hace eso, con qué objetivos, entre quienes, según qué parámetros? Nada esclarece. Una relación amorosa apunta a una forma del lazo, una forma vacía y sin presupuestos, que sostiene todas las demás relaciones (de amor, de trabajo, etc.) manteniéndolas según un modo de articulación encantador, a la vez de distancia y proximidad, pretendientes y rivales. ¿No se puede pensar una amistad, cada amistad, esta amistad, como una relación amorosa? Siempre nueva cada vez, singular y anónima, a todo momento erigiéndose al filo de su disolución, una amistad no dice nada de ella misma, salvo que por ahí pasa algo que en otras formas de la relación no pasa: lo amable en su estado puro, sin cálculo ni interés; en una amistad pasa lo amoroso como Lacan lo pensaba: “el amor es dar algo que no se tiene a alguien que no lo necesita” Doble vacío que siempre está presente pero que una amistad, como relación amorosa, afirma en tanto una nueva ética del saber vivir. Una amistad es, entonces, un encuentro en el sentido riguroso que Althusser le daba: “Un encuentro es la producción de un vacío” O, lo que es lo mismo: la producción de un nuevo espacio, sin presupuestos, en el que cada uno ya no es uno mismo (ya no es sus intereses, sus cálculos) y comienza a ser todos, en el que lo importante es poner todo de sí para arriesgarlo(todo de sí) en la consistencia de una relación sin negarle, simultáneamente, su precariedad. Una relación amistosa es la afirmación del vacío de no tener y no querer, y al mismo tiempo el trabajo de entregar lo que no se tiene y aceptar lo que no se quiere. Una vez alguien muy sabia dijo: “Qué complicado es no ser imaginado” Asumir esa complejidad y ponerla a funcionar, cooperar para conducir al grado cero esa tendencia a La Imagen, encontrarse para sostener la chance de perderse entre-dos(y no necesariamente juntos), quizá a todo eso-y mucho más- apunte una amistad como relación amorosa.